sábado, 13 de septiembre de 2008

Capítulo 9

Resaca galopante (3)
(Como el "copia y pega queda muy cutre, os direcciono al blog de la autora de la continuación de esta historia, Nenita.)
Si tenéis a bien comentar algo sobre la historia, por favor, hacerlo en su blog, el buen trabajo es suyo. Gracias.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Capítulo 8

Resaca galopante ( 2 )

...(Viene de la entrada anterior)

... aunque la voz me sonaba joven, espero la típica Rottermeier de turno que me recrimina lo que tiene que hacer, porque la pagan por eso. Pego la oreja en la puerta y oigo los pasos de la individua. No tengo nada para ofrecerla de beber, agua del grifo con hielo y un poco de flan al tomate no son suficientes. Me acosa el tiempo. No hay tiempo...

Miro por la mirilla y se acerca a la puerta, retrocedo tres pasos para hacer que piense que venía a abrir. Suena el timbre, me acerco y abro la puerta. Mi sorpresa es mayúscula; una mujer joven y guapa está postrada frente a mi puerta con mucha serenidad, ( si es tan guapa será gilipollas, no entiendo qué hace aquí).

-Adolfo?
-Sí, soy yo, esperaba un callo malayo, con mala hostia y patillas a lo "Stray Cats"...
-Se equivoca, me han asignado para ser su asistente social.
-Cojonudo!! No sé quién cojones lleva esto, pero no tiene ni puta idea, pase, pase, es una hemorragia de placer ver un pincel como usted. Lo más parecido a usted que ha entrado en esta casa ha sido mi hermana con el uniforme del Caprabo para decirme que le debía 200 €.

La invité a pasar al salón (mini-salón). Ella iba desprendiendo un perfume sólo fabricado para los ángeles, melena morena, gracia en el andar, vamos, se me quitó el mareillo ese resaquil. El garbo de sus pasos me hipnotizó. La encomendé al sofá para planchar al fiambre. Asintió.

LLevaba una carpeta negra de la cual extrajo unos papeles y me dirigió la mirada.
-Adolfo, mi nombre es...
-...por favor, no me diga su nombre, no quiero saberlo, me encantaría que usted fuera otra persona dentro de la casa, alguien que no es en su vida cotidiana...
-Dígame usted...
-Un apodo!!
-Por ejemplo?
-Déjeme pensar..ummm...yo en una anterior reencarnación leía los libros de una persona que firmaba como Nenita, me gusta ese nombre...
-Como usted quiera, yo vengo a hacer una labor, si lo prefiere así...
-Nenita!
-Nenita... le confiere algún pensamiento libidinoso?
-No, me gustaba leer a esta autora, nunca la conocí, veo semejanzas entre usted y ella sólo con su saber estar...
-Se lo agradezco... tengo que hacerle varias preguntas antes de entrar en materia... Cuénteme un poco su vida, un pequeño esbozo...
-Nací bebé, no sabía hablar, tenía cuatro dientes menos que ahora y se me daba bien el balonmano, eso más tarde, apunte... me gustaron las drogas, las mujeres y el alcohol, de todo esto me he quedado con el alcohol, mi físico y mi bolsillo hacen prescindir de las dos primeras...
-Siga...
-Soy alcohólico, y por eso y una disminución física cobro un subsidio de mierda del gobierno que me otorga el derecho de que usted, Nenita, esté aquí y ahora conmigo.
-Tiene animales en casa?
-No, por qué?
-Huele muy mal, huele como a descomposición...
-No se preocupe, es que tengo un cadáver debajo de este sillón, un tío que quería que le comprase algo inalcanzable para mi presupuesto, se puso muy pesado con tanto ahorro y tuve que ahorrarle el resto de su vida...
-Tiene sentido del humor, eso me gusta.
-Con 53 años y la vida que llevo, le echo mucho humor a mi vida, es poco de lo que me queda, mis gintonics, mis hurtos, mis cervezas... Quieres tomar algo? perdona que te tutee..
-Deme una cervecita, Adolfo y seguimos con el formulario, tutéeme, no hay problema..
-Voy por ellas...(como no esté la vecina en casa, estropeo esta velada psicoanalística).
-Adolfo, por qué abre usted la puerta de la casa?

(continuará)

(Dedicado a tod@s l@s asistentes sociales y en concreto a la lectora Nenita ( no es una de ellas), persona ante todo, y amiga inteligente, a la que no me canso de leer, simplemente espero que te guste este cameo, elige meterle caña a Adolfo, en el sentido psicológico de su situación, o dejarte llevar por sus efluvios etílicos y lacerantes, de tí depende el final...Saludos)

jueves, 4 de septiembre de 2008

Capítulo 7

Resaca galopante.

...Me despierto. No sé ni qué hora es. Joder, qué resacuzo tengo!! Peor que el día que me hice tres gintonics con el decapante ese que tenía en el armario. Tengo la cabeza a punto de estallar, los brazos bailan como si de cuerdas se tratasen. Estoy hecho una mierda.

Tiro pal frigorífico a buscar algo frío para calmar este nublao que tengo. Hay poca cosa: un paquete de chopped empezado y caducado, un flan casero que me regaló mi vecina y un brick de tomate abierto. Lo mismo junto el flan con el tomate y está rico. Procedo. Lo aplasto con un tenedor en un plato sopero y cuando la mezcla dquiere esos grumos desaconsejables, tomo una cuchara y me lo bajo al estómago.

La primera impresión es de asco, la segunda de repetir. Otra cucharada padentro.

Recuerdo que tengo pasta en el bolsillo si no me quiero castigar el gaznate. Dos cervecitas me quitan ese adormecimiento y me ponen otra vez en el asunto. Otra envestida cucharera...

Suena el telefonillo. Raro. No espero a nadie, la casera ya me denunció y prometió cobrar en los tribunales. Algún repartidor de propaganda...
-...sí?
-Hola, Adolfo?
-Sí...
-Soy la nueva asistente social, teníamos cita hoy...
-Pase..

Mierda!! Tengo la casa hecha un estercolero, si ve esto, sus informes serán nefastos. Quito toda la ropa sucia que tengo encima del sofá, las latas de cerveza vacías y eternas que yacen en la mesita y la inmensa coleción de polvo y trozos de mozzarella que cohabitan con la estructura del televisor. Repaso la mesa con la parte de abajo de mi camiseta y levanto el sofá para esconder el cadáver de ese amable vendedor de libros que se hizo un lío conmigo. El sofá cojea, espero que al sentarnos, nuestro peso venza la poca consistencia de sus pútridos huesos.
(Continuará)...